El presidente de la República, Santiago Peña, presentó en la noche de este lunes su primer informe de gestión ante el Congreso Nacional, en el cual criticó los últimos 5 años del Gobierno de Mario Abdo Benítez.
El presidente de la República, Santiago Peña, dio a conocer en la noche de este lunes su primer informe de gestión, resultado de los 10 meses de su Gobierno, ante el Congreso Nacional, que tiene un total de 244 páginas.
Al iniciar su discurso, con casi 30 minutos de retraso, aseguró que los últimos cinco años “fueron más bien de retroceso antes que de avance en ese proceso de institucionalización”.
“Recibimos un país en donde durante el último periodo de Gobierno, no solo se estancó la reducción de la pobreza, sino que inclusive aumentó con un 25,5% de pobreza total y un 6,1% de la pobreza extrema en el año 2022”, expresó.
Aseguró que “volvió la improvisación en el nombramiento de cargos públicos estratégicos y el fantasma de la corrupción enseñoreó nuevamente”.
“Encontramos instituciones públicas abandonadas al azar y a la desidia, muchas con duplicación de funciones y trabajando descoordinadamente, desperdiciando esfuerzos y recursos que son financiados por todos los paraguayos”, agregó.
Mencionó que se creyó que el Estado es una “máquina que funciona con piloto automático, un craso error conceptual y que el Estado precisa un liderazgo que encause constantemente hacia las personas.
El presidente manifestó que muchas de las conquistas logradas en años anteriores se perdieron y que encontraron regresiones en casi todas las instituciones. Recordó el caso de Petróleos Paraguayos (Petropar) “que dejó USD 200 millones en caja y combustibles y combustibles baratos para la ciudadanía”.
“Pasamos a aguas tónicas de oro y una Petropar para los amigos”, criticó.
Explicó que asumió el Gobierno con una economía creciendo apenas un 0.2% el año anterior, una deuda de más de USD 600 millones en salud y obras públicas no registradas dentro del déficit fiscal heredado, además de una descomunal suma despilfarrada en pandemia que “hoy lo sabemos dolorosamente, simplemente no llegó a la gente”.
Peña mencionó que descubrieron también, tristemente, algo denominado “la República de Tacumbú”, un Estado aparte gobernado por criminales, y un total abandono del sistema penitenciario con graves implicancias en la seguridad ciudadana, el microtráfico, el narcotráfico y otros delitos orquestados desde las penitenciarías.
“¿Quién permitió esto, y para beneficiar a quién?”, expresó.
Por otro lado, indicó que en el 2020, la Resolución 142 de la Secretaría Nacional Andridrogas (Senad) dispuso el “cierre permanente” de la Dirección de Investigación Aérea Fluvial y Terrestre (DIAFT), liberando el control de los puertos privados y dejando sin efecto las fiscalizaciones en tránsito fluvial y sus bases en puertos privados.
Como resultado de la relajación de los sistemas de control y la inacción de las instituciones del Estado, entre enero del 2020 y setiembre del 2022, de un total de 47,538 kilos de cocaína incautados, más del 90% fueron incautaciones internacionales, es decir, pasaron sin ser detectados en Paraguay por los controles que debían de haber estado en funcionamiento.
“Ni siquiera nuestra banca central, siempre celoso líder en institucionalidad, quedó a salvo: vimos cómo se instrumentaron nuestras instituciones con fines meramente políticos”, agregó.
En el primer punto: Seguridad y Defensa, destacó los operativos emblemáticos contra el crimen organizado, como Ignis, Dakovo, Nueva Alianza, Veneratio, entre otros.
También mencionó mayor dotación de agentes del Grupo Lince y fuerte presencia de las Fuerzas Armadas en cuatro departamentos del país, incautaciones de drogas y el sistema penitenciario, entre otros puntos.
Fuente. UH