La autoeliminación de una joven influencer de Ciudad del Este (tras un episodio de bullying que sufrió en las redes), puso al tapete el déficit de inversión en salud mental del que adolece el sistema sanitario del país.
El doctor Julio Torales, jefe del Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas, abordó el grave problema que viene por el lado de las redes, y al que no se está pudiendo aplicar soluciones. El caso de Sofi, la influencer esteña, puede insertarse dentro de ese fenómeno.
“Las redes sociales se han transformado en un mecanismo de doble filo. Para una persona que ya la pasaba mal, una crítica puede transformarse en una crisis suicida”, manifestó el doctor Torales al respecto.
El profesional puso énfasis en el hecho de que la tendencia de casos de suicidios, demuestra que ha sido de crecimiento, y que las perspectivas a mediano plazo tienen el ribete de catastrófico, si no se le pone remedio al asunto.
Actualmente el promedio de muertes de personas que tomaron la drástica decisión, raya el 1, 1 por día.
“Un total de 5.527 personas adultas murieron en Paraguay entre el 2004 al 2022 por suicidio. Por su parte, 940 niños y adolescentes se suicidaron en ese lapso”, dijo a la 1080 AM el doctor Torales.
Apuntó luego que la evolución de los números pinta un futuro que irá empeorando, y lo que es peor, un importante segmento de episodios, implican a menores de edad.
“La tendencia a 2027 es que si en Paraguay no hacemos algo, 540 adultos se quitarían la vida y 90 niños -adolescentes. Es una situación problemática. Recién a los 14 a 15 años deberíamos otorgar un plan full de internet. Antes de esos años debemos estar controlando”, sostuvo.
El jefe de Salud Mental de Clínicas manifestó que, estudios sobre el fenómeno, indican que el 90 % de los suicidios, sucedieron en personas que tenían alguna dolencia mental, curable, pero que los pacientes no fueron tratados a tiempo. Puntualizó que, la estigmatización de los profesionales psiquiatras y psicólogos, impide que mucha gente decida ir a consultas, lo que empeora la situación hasta llegar a situaciones límites de fatalidad.
Dijo además, que los clichés utilizados comúnmente para intentar levantar la moral y el ánimo a una persona deprimida, no alcanzan para evitar que muchos tomen la decisión de autoeliminarse.
“A una persona con hipertensión no le decimos ‘a vos te falta Dios’, pero a una persona deprimida sí le decimos y eso puede hacer mal. El estigma es importante, por eso la gente no quiere tratar”, acotó.
Fuente. Diario Hoy