La Dra. Amy Beeson, de la delegación de expertos en salud de EEUU, señaló que la tasa de infecciones en Paraguay a causa del mosquito es muy alta comparando con naciones de similar tamaño.
Tras el mosquito. Invitados por la Dirección General de Vigilancia de la Salud, una delegación de expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de EEUU, estuvieron en el país para conocer sobre la epidemia de chikungunya.
La doctora Amy Beeson, oficial del Servicio de Inteligencia Epidémica, formó parte del grupo que estuvo trabajando en el país.
Al trabajar con sus pares paraguayos, Beeson conversó con Última Hora sobre lo que pudo ver en el escenario actual. “Esta epidemia de chikungunya es parecida a otras que vimos en otros países. Básicamente ha resultado explosiva. En Paraguay, su impacto ha sido muy grave y nos da mucha tristeza”, expresó.
En la región de las Américas, Brasil ha sido el país que ha tenido una epidemia grande de esta arbovirosis, contó.
“Pero ver una epidemia tan grande en un país tan pequeño llama la atención. Esta es una de las epidemias más grandes que ha habido en las Américas en muchos años”.
Mencionó también que las tasas de infecciones verificadas en Paraguay es la más alta que ha visto en países del mismo tamaño.
La población con mayor riesgo de enfermarse gravemente, mayores de 60 y niños muy pequeños, es la misma que se vio en otros países, señaló Beeson.
CAUSA. La referente del CDC explicó que es muy difícil predecir los brotes o epidemias de chikungunya. Para ello se conjugan una variedad de factores.
“No vamos a proponer una hipótesis de la causa exacta de esta epidemia. Sí estrategias de aquí en adelante. Eso es lo que queremos y estamos enfocando en nuestra colaboración con Vigilancia de la Salud”.
Entre los factores que desencadenan una situación como la actual, citó los cambios ambientales, el clima, el comportamiento humano, la inmunidad de la población en anteriores epidemias, etc.
Para limitar el impacto y prevenir situaciones futuras, es importante asegurar los esfuerzos continuos para abordar esas causas.
La eliminación de criaderos en la casa y la comunidad es una medida fundamental. También una fuerte vigilancia para detectar casos nuevos y medidas de control.
Entre otras estrategias claves que se propone, se habla de la prevención de la picadura del mosquito en las personas de alto riesgo.
Dentro de un mes se publicará un informe sobre el brote de chikungunya que se está registrando en la región.
Con respecto a la asociación que los antivacunas y negacionistas hacen de la relación entre chikungunya y la anti- Covid, enfatizó que la arbovirosis ya fue detectada mucho antes de la pandemia y hubo brotes y epidemias en distintos países.
Aún no hay tratamiento específico contra la enfermedad; se debe recurrir al cuidado médico en caso de padecerla. Comentó también que hay varias vacunas en última etapa de desarrollo.
«En Paraguay, esta epidemia de chikungunya es igual a la que vimos en otros países. Ha sido muy explosiva y muy grave».
«Aún no hay un tratamiento específico contra chikungunya. Sí hay varias vacunas en la última etapa de desarrollo».
La delegación CDC
La Dra. Amy Beeson es funcionaria del servicio de inteligencia epidémica (EISO), de segundo año, en el CDC-Fort Collins. Tiene formación y práctica en medicina interna y pediatría. Vivió y trabajó en el extranjero, incluido Perú. Actualmente se desempeña en la rama de enfermedades bacterianas transmitidas por vectores. La delegación de CDC estuvo compuesta por la doctora Susan Hillis y el doctor Roberto J. F. Esteves.
Fuente. Última Hora
