El diputado de Cruzada Nacional, Jatar Fernández, presentó este viernes un proyecto de ley que permitirá plantar marihuana en las viviendas, pero, además, regula la comercialización y exportación. Argumenta que la intención es sacar al campesinado de la pobreza y generar recursos al Estado.
La iniciativa de Jatar Fernández apunta a regular la producción, el consumo y la venta de marihuana o cannabis psicoactivo. Permite tener hasta tres plantas en los domicilios y portar hasta 40 gramos para consumo personal, ya que actualmente solo está permitido hasta 10 gramos.
Para el diputado, el objetivo es “darle un poco al campesino la oportunidad de que pueda producir la marihuana, que es lo mejor que sale en nuestra tierra,y que tenga una posibilidad de generar recursos, sin dejar de lado los recursos que va a generar para el Estado exportar esto”.
También considera que tráfico de marihuana desaparecerá con una ley que legalice su consumo y venta. No solo habló del uso recreativo, sino también de uso medicinal, especialmente para tratar la depresión sin la necesidad de recurrir a opiáceos.
Explicó que el documento contempla todos los aspectos, desde la producción, el tipo de semillas que se podrían utilizar, el almacenamiento y la exportación; así como los órganos de aplicación y control como el Ministerio de Industria y Comercio, la Secretaría Nacional Antidrogas y la Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas.
Asimismo, apunta a la creación de una nueva secretaría que se encargue de la coordinación de acciones.
“Se necesita regularizar este tema. Las normas y las reglas que vamos a establecer para llevar a cabo esto, eso es conversable, pero que con este le podemos sacar al campesino de la pobreza, lo podemos hacer. Con esto le podemos dar educación al campesinos que va a tener dinero para invertir en su hijo, con esto vamos a poder”, insistió el legislador de Cruzada Nacional sobre la posibilidad de incorporar modificaciones.
En principio no permite fumar en espacios públicos y lugares cerrados, pero, de acuerdo a Fernández, se deben analizar los usos y costumbres. En ese sentido, no cierra la posibilidad de que pueda consumirse legalmente en la calle.
Este anuncio coincide con el escándalo sobre el operativo que se montó para detener a una adulta mayor que tenía dos plantas de marihuana en su vivienda para uso propio. El hecho despertó nuevamente el debate sobre la legalización del cannabis para uso recreativo.
No es el primer proyecto
Aunque se presentaron algunos planes para sondear desde la investigación o directamente legalizar la marihuana, ninguno prosperó.
En el 2019, el entonces senador Paraguayo Cubas, líder de Cruzada Nacional, había planteado la legalización de cultivo y comercialización, así como el uso medicinal y recreativo de la marihuana.
En el 2022, un grupo de nueve senadores, en su mayoría del Frente Guasu, pero también conformado por el colorado Óscar Salomón y el liberal José Ledesma, entregaron un documento que propone regular integralmente y declarar de interés nacional el autocultivo, producción, industrialización, comercialización, uso e investigación de la planta de cannabis y sus derivados.
El texto fue derivado a comisiones, donde se recibieron informes de varias instituciones y hasta hubo una audiencia pública, pero hasta el momento no hay dictámenes.
Leyes pioneras
En el 2017 se promulgó la Ley 6007 “Que crea el Programa nacional para el estudio y la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados”. Esta normativa, mediante el decreto reglamentario 9303, permite la producción, comercialización y uso del cannabis no psicoactivo bajo licencias limitadas para laboratorios y con recetas médicas.
Esta normativa es cuestionada por organizaciones como Mama Cultiva debido al alto costo de los medicamentos frente a la fabricación casera que aún está prohibida.
Asimismo, el decreto 2725 del 2019 autoriza la producción y comercialización de la misma planta, pero, para diferenciar sus usos, la denominaron cáñamo industrial.
En ambos casos se permite un nivel de tetrahidrocannabinol (THC) de hasta 0,5%, es decir, no son psicoactivos y solo se aprovechan las propiedades del cannabidiol (CBD). Esta normativa apuntaba a beneficiar a 25.000 campesinos, pero hasta el momento suman poco más de 100 los beneficiarios; en cambio, grandes empresas producen, industrializan y exportan a partir de la planta.
Fuente. UH