El precio de los combustibles en Argentina queda congelado desde este viernes hasta el 31 de octubre, gracias a un acuerdo entre la industria y el Gobierno para intentar paliar la fuerte subida de precios que vive el país suramericano.
Tras el aumento del 12,5 % en el precio de la nafta (gasolina) y del gasoil, establecido el pasado miércoles por las empresas Raízen -que gestiona la marca Shell-, Axion Energy y Puma Energy a raíz de la devaluación practicada por el Gobierno a comienzos de semana, el Ejecutivo alcanzó un acuerdo con las compañías para que esa subida sea la última hasta después de las elecciones generales de octubre.
La petrolera YPF, controlada por el Estado y la mayor comercializadora de combustibles del país, esperó a la concreción de este acuerdo para practicar esa subida y desde este miércoles también aumentó sus precios un 12,5 %.
El acuerdo, negociado entre productores, refinadores, Aduana y las Secretarías de Energía y Comercio, incluye beneficios fiscales para las empresas, según anunció a última hora del jueves el ministro de Economía, Sergio Massa, también candidato presidencial del oficialista Unión por la Patria (peronismo).
“La industria de petróleo y gas en la Argentina es uno de los grandes tractores que tenemos en nuestra economía. Hoy parte de la caída que representa la pérdida de exportaciones y de actividad por impacto de una sequía que nos quitó 21.000 millones de las exportaciones se ve compensada por el enorme crecimiento que tiene respecto del sector gas y petróleo”, agregó.
El precio del combustible en Argentina ante rebajas impositivas
Esas rebajas impositivas podrán ser quitadas si las empresas violan el acuerdo, para lo que se activará en la Secretaría de Energía un sistema de denuncias, informó la cartera de Economía.
El ministrO destacó que esta decisión sirve “para llevarle tranquilidad y certidumbre a la gente en un momento en el que la decisión del Fondo (Monetario Internacional) de imponer una devaluación genera una distorsión en muchos de los precios de la economía”.
El precio de los combustibles en Argentina venía subiendo por debajo de la depreciación de la moneda, porque en la negociación con el Gobierno a las empresas se les autorizaba aumentos inferiores a esa caída de valor del peso. A ello se suma el incremento del precio internacional del crudo.
El Banco Central argentino devaluó el 14 de agosto, un día después de las elecciones primarias, un 22 % el peso en el tipo de cambio oficial mayorista llevándolo a 350 pesos por dólar, que se mantendrá hasta fines de octubre, mientras el paralelo (llamado ‘blue’) ha sufrido una fuerte escalada esta semana, cerrando este jueves a 750.
En los últimos doce meses, el ajuste de precios de los combustibles acumula entre 70 y 90 %, según la consultora EyE, por debajo de la evolución de la inflación, que registró un salto interanual del 113,4 % en julio.
Fuente. Abc Color