Israel justificó este martes su decisión de lanzar incursiones en el sur de Líbano contra Hezbolá, y dijo que el grupo chií planeaba un ataque similar al que lanzó Hamás el 7 de octubre del año pasado, que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados, y dio comienzo a la ofensiva israelí en Gaza.
“Hezbolá ha convertido los pueblos libaneses cercanos a comunidades israelíes en bases militares, preparadas para un ataque contra Israel”, dijo en un mensaje en vídeo el principal portavoz castrense, el contralmirante Daniel Hagari.
El portavoz aseguró que las incursiones israelíes, que definió como “limitadas”, van dirigidas contra estas localidades junto a la frontera, y reiteró que su ofensiva es contra Hizbulá, no contra el pueblo libanés.
Israel confirmó anoche, después de semanas de advertencias, que soldados israelíes se encuentran en territorio libanés, cerca de la frontera, realizando “incursiones limitadas, localizadas y dirigidas” contra infraestructura del grupo chií, aliado de Irán.
Varios líderes israelíes, como el opositor Benny Gantz o el ex primer ministro Naftali Bennet, enviaron mensajes de apoyo al Ejército en redes sociales, y el ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista antiárabe Itamar Ben Gvir, aseguró que “es momento de no cesar” en los ataques contra Hizbulá.
Por su parte, el grupo libanés reivindicó este martes sus primeros ataques desde que Israel anunciara de madrugada el inicio de su ofensiva terrestre, aunque todavía no se han confirmado enfrentamientos directos dentro de territorio libanés.
La formación detalló en sendos comunicados que ha lanzado un ataque de artillería y otro con una andanada de cohetes contra grupos de soldados israelíes en la localidad de Metula, en las áreas fronterizas del norte de Israel y declarada la víspera como “zona militar cerrada” por las autoridades israelíes.
El Ejército israelí confirmó esta mañana la detección de unos 15 proyectiles desde anoche, de los cuales siete fueron interceptados y el resto cayeron en zonas abiertas, sin causar víctimas.
La ofensiva terrestre se produce después de una semana de intensos ataques aéreos contra el sur y el este de Líbano, y los suburbios meridionales de Beirut, los principales bastiones de Hizbulá en el país.
Fuente. UH