Sin apoyo oficial, buscan recursos a través de una colecta. Una primera jornada se realizó el sábado pasado y se repetirá el fin de semana. La meta es recuperar la central y comprar una unidad de altura.

A las puertas de la temporada alta, cuando las calles del microcentro se llenan de turistas y el comercio vive su auge, los bomberos voluntarios –quienes constituyen la primera línea de respuesta ante incendios, accidentes y emergencias– desde el 4 de agosto no cuentan con la Central de Alarmas. Desde entonces permanece fuera de servicio.
Una descarga eléctrica, provocada por una tormenta, quemó toda la infraestructura tecnológica. Abarcando la centralita telefónica que recibe las llamadas al 132, la repetidora de radio que conecta a las compañías bomberiles y el generador de respaldo. Sin estos equipos, la capacidad de reacción se encuentra seriamente comprometida.
“Hoy, si alguien marca el 132 porque su casa se incendia a medianoche, la llamada no entra. Eso significa que la primera línea de auxilio está rota”, explicó Andrés Fernández, presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ciudad del Este (CBVCDE).
La central de alarmas es más que un sistema técnico, es el punto neurálgico que articula la atención de emergencias. Desde allí se organizan las salidas de las distintas compañías y se distribuyen los recursos humanos y materiales. Su ausencia obliga a los bomberos a trabajar de manera improvisada, recurriendo a teléfonos personales y grupos de mensajería instantánea.
“Lo que estamos haciendo es un parche. Nosotros mismos hicimos una vaquita para comprar equipos básicos de comunicación. Pero sabemos que no es suficiente. La ciudadanía merece un sistema profesional, no soluciones precarias”, agregó Fernández.
COSTOSO. La reparación y reposición de los equipos requiere alrededor de G. 200 millones. Los bomberos ya presentaron presupuestos a la Gobernación del Alto Paraná y a la Junta Departamental. Sin embargo, las respuestas fueron poco alentadoras. “Nos pidieron el listado de todo lo que se quemó. Cuando vieron el costo, nos dijeron que no tenían presupuesto. Entonces pedimos al menos la central telefónica y la repetidora, pero tampoco hubo solución. Los equipos existen en Paraguay, no es cierto que haya que importarlos. Pero aquí pesa más el cálculo político que la seguridad ciudadana”, lamentó.
Mientras las puertas oficiales se cerraban, la ciudadanía abrió las suyas. El pasado 4 de octubre, los voluntarios salieron a las calles a realizar una colecta, que se repetirá el 11 de este mes. A pesar de los obstáculos logísticos, la respuesta fue esperanzadora. “Algunos billetes recolectados no fueron aceptados en el banco, eso retrasó la rendición de cuentas. Pero la gente es nuestro pulmón político, ellos son los que nos sostienen. Siempre es así. El que menos tiene, es el que más da”, reflexionó.
INDIFERENCIA. El contraste es claro. Mientras comerciantes y ciudadanos comunes aportan lo que pueden, las instituciones con capacidad de decisión permanecen indiferentes. Lastimosamente, aquí todo es urgente. Y sin embargo, nuestras autoridades siguen sin escuchar”, sentenció el presidente del CBVCDE.
La tragedia del edificio Flytec, ocurrido meses atrás, demostró crudamente las limitaciones del cuerpo de bomberos de Ciudad del Este. La falta de una unidad de altura impidió un combate más eficiente del fuego en las plantas superiores. Desde entonces, la necesidad de modernizar el parque automotor se volvió evidente.
Por ello, además de la urgencia inmediata de reactivar la central, los bomberos sueñan con adquirir una unidad escalera seminueva de Estados Unidos, cuyo costo ronda los 100 mil dólares. El objetivo es reunir 300 millones de guaraníes para concretar la compra. “Un vehículo nuevo cuesta dos millones de dólares, algo inalcanzable. Esta unidad nos la está cediendo un cuartel norteamericano. Queremos estar preparados antes de que suceda una tragedia. Porque de eso se trata la prevención: Anticiparse”, sostuvo.
El CBVCDE, como todos los cuerpos de bomberos voluntarios del país, funciona gracias al sacrificio de sus integrantes y al aporte ciudadano.
Fuente. UH