La Fiscalía realizó allanamientos simultáneos en Minga Guazú y Luque en el marco de una investigación por trata de personas. Mujeres fingían ser monjas para captar jóvenes y llevarlas hasta una comunidad religiosa, pero en realidad era un lugar de explotación laboral y esclavitud.
“Hijas de Nuestra Señora de Caaucupé” se llamaba la comunidad religiosa a donde llegaban jóvenes y adolescentes con la ilusión de proseguir sus estudios; sin embargo, al ingresar eran obligadas a realizar trabajos forzosos sin remuneración alguna.
Este antecedente se desprende de una investigación de más de un año que lleva adelante el Ministerio Público por un presunto caso de trata de personas con fines de explotación.
Los trabajos avanzaron con los allanamientos simultáneos realizados en las ciudades de Minga Guazú, Alto Paraná, y Luque, Central.
Los procedimientos estuvieron encabezados por las fiscalas Vivian Coronel y Karina Sánchez.
El hogar, que no cuenta con la habilitación de la Iglesia católica, estaba a cargo de mujeres, quienes vestían el hábito religioso para engañar a las jóvenes que en su mayoría son menores de edad.
De esa forma, conseguían a las víctimas de un negocio de trata de personas con fines de explotación laboral, esclavitud y otros hechos punibles.
En Luque fue detenida una de las presuntas responsables, mientras que en Minga Guazú se incautaron varias evidencias y se confirma que otra mujer contaba con orden de detención pendiente.
De acuerdo con las fiscales, las encargadas captaban, trasladaban y explotaban a las víctimas, quienes perdían todo contacto con sus familiares.
Fuente. UH