La Asociación Paraguaya de Pequeños Productores de Huevos recorrió varios estamentos del Gobierno el año pasado para pedir “socorro” por la gran cantidad de contrabando que ingresaba. El presidente del gremio, Rolando Ramírez, afirmó que nadie hizo nada y a raíz de eso muchas granjas tuvieron que cerrar, lo cual ocasiona la escasez que se está registrando a nivel país. Además, aseguró que cada plancha del producto la venden a los proveedores a G. 23.000, como máximo.
“Durante el segundo semestre del año pasado estuve recorriendo puertas, pidiendo socorro que paren el contrabando. Esto es consecuencia de que no se paró: muchas granjas cerraron y hay desabastecimiento”, lamentó el presidente de la Asociación de Pequeños Productores de Huevos, Rolando Ramírez.
Asimismo, aseguró que a diario entran cientos de huevos de contrabando y ninguna autoridad hace nada al respecto, ni la Armada ni la Unidad Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando, administrada por Emilio Fúster.
Afirmó que por lo menos 30 pequeñas granjas cerraron en los últimos meses y vendieron todos sus elementos de trabajo. Explicó además que las gallinas ponedoras son adquiridas en el Brasil y tardan aproximadamente 22 semanas en empezar a poner huevos, por lo cual la recuperación no será instantánea.
El productor mencionó que algunos de sus compañeros están trabajando para volver a activar, pero otras granjas ya cerraron de manera definitiva.
No ponen los precios
En otro momento, aclaró que los precios que se están viendo en góndolas, de incluso más de G. 32.000 la plancha, no son fijados por los productores sino por los supermercadistas. Contó que actualmente venden cada plancha a un precio máximo de G. 23.000, dependiendo de cada productor.
Resaltó que el año pasado llegaron a vender cada plancha a G. 11.000, con tal de colocar sus productos, debido a que el contrabando disminuyó todas las ventas.
Más de 150.000 huevos de contrabando
En otro momento, comentó que llegaron a contabilizar la entrada de más de 150.000 huevos de contrabando y tienen completamente identificada la ruta, pero a pesar de ello ninguna autoridad actúa para detener el ingreso ilegal del producto.
El productor explicó que los huevos de contrabando no tienen garantías y por ello ingerirlos es un riesgo para la salud. Según detalló, dicho alimento se descompone muy rápidamente, sobre todo si permanece por muchas horas bajo el sol, lo cual suele pasar con los camiones de contrabando.
En ese sentido, explicó que si la ciudadanía quiere comprar en cantidad debe mantenerlos refrigerados, pero una vez que estuvieron en la heladera ya no pueden permanecer en el exterior. Un huevo puede tener una validez de hasta 45 días en la heladera y de 30 en la alacena.
Fuente. Abc Color
