Un conductor en la región de Jabárovsk, Lejano Oriente ruso, se detuvo en una carretera para alimentar a un oso. Mientras buscaba comida, el animal esperó pacientemente detrás de él, con curiosidad y sin demostrar intención de atacar. El amable benefactor dejó un bocadillo en el suelo, que el oso tomó y luego regresó al bosque. La escena fue filmada desde otro vehículo, cuyos pasajeros destacaron la valentía (o estupidez) del sujeto, que no tuvo miedo de darle la espalda al poderoso depredador.
Fuente. actualidad.rt.com