La inoculación de esta bacteria al Aedes aegyti hizo que se redujeran los casos de dengue, chikungunya y zika en la vecina localidad. De los 26 mil casos y 22 muertes, en 2023, ahora registran 943 casos.

Después de años marcados por epidemias de dengue y el temor constante a las arbovirosis, la vecina localidad brasileña de Foz de Yguazú parece haber encontrado en la ciencia, a través del método Wolbachia, y en la organización comunitaria un respiro. La ciudad, conocida por sus cataratas y por recibir a miles de turistas al año, atraviesa 2025 en una situación sanitaria más controlada que en el pasado reciente.
El contraste con lo vivido en 2023 no puede ser más evidente. Aquel año, el municipio soportó una de las peores epidemias de su historia con 26 mil casos y 22 muertes por dengue. Dos años después, el escenario es otro. Entre enero y el 22 de setiembre de este año, se registraron 943 casos confirmados y ninguna muerte. Un número todavía significativo, pero muy lejos del drama que colapsó servicios de salud y alarmó a toda la región de las Tres Fronteras.
El cambio no ocurrió por casualidad. En julio de 2024, Foz inauguró una biofábrica destinada a la producción de mosquitos Aedes aegypti infectados con la bacteria Wolbachia. Estos insectos, conocidos popularmente como “wolbitos”, actúan como aliados invisibles al portar la bacteria que impide que virus como el dengue, el zika y la chikungunya se desarrollen dentro del insecto y se transmitan a las personas. Desde entonces, 58 millones de mosquitos fueron liberados en el vecino municipio.
En la primera fase del proyecto se priorizaron las áreas de mayor riesgo, lo que significó cubrir cerca del 50% del territorio urbano, en 13 barrios de la ciudad. Sin embargo, la estrategia ahora será mucho más ambiciosa. Tras una solicitud de la Secretaría de Estado de Salud (Sesa), el Ministerio de Salud anunció la expansión del método Wolbachia a la totalidad del territorio de Foz de Yguazú. El objetivo es reforzar las acciones de control y prevención de las arbovirosis y garantizar que todos los barrios queden bajo la cobertura de la tecnología.
El alineamiento de esta ampliación será realizado en conjunto por la Sesa, la coordinación general de Vigilancia de Arbovirosis del Ministerio de Salud, la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y el Instituto World Mosquito Program (WMP). “El trabajo conjunto tripartito garantiza el éxito de la iniciativa en estos lugares. La expansión total en el municipio es una medida más para auxiliar en el enfrentamiento al dengue”, destacó el secretario de Estado de Salud, Beto Preto.
La biofábrica instalada en Foz se ha convertido en una de las principales estrategias del país en la lucha contra las arbovirosis. El proyecto, que cuenta con la participación del Ministerio de Salud, Fiocruz, el WMP, el Gobierno del Estado de Paraná y los municipios, ya posiciona a la ciudad de Foz de Yguazú como referencia a nivel del Brasil.
Actualmente, el método Wolbachia está presente en 11 ciudades brasileñas –entre ellas Niterói, Río de Janeiro, Campo Grande, Petrolina, Joinville, Londrina, Uberlândia, Presidente Prudente y Natal– y el Ministerio de Salud planea llevarlo a 40 municipios más antes de fin de año.
La apuesta científica se combina con la participación de la comunidad. Entre mayo y agosto de 2025, más de 50 mil inspecciones casa por casa permitieron eliminar 23,3 mil criaderos del mosquito. Vecinos organizados, brigadas de salud y agentes municipales trabajaron de manera conjunta, convencidos de que cada balde de agua estancada o cada neumático abandonado podían convertirse en una amenaza.
Los resultados se sienten en las estadísticas y también en la vida cotidiana de esta localidad fronteriza. Este año, la chikungunya presentó cifras bajas con 59 confirmaciones en 260 notificaciones, sin muertes. Las denuncias de criaderos realizadas por la población también cayeron con 173 entre mayo y agosto, frente a 249 en el mismo período de 2024.
Fuente. UH