Alien: Romulus y nos vuelve a trasportar a las viejas películas de terror con monstruos y alienígenas, retomando una línea que se fue en subida y bajada en casi las ocho entregas de la historia.
Cabe mencionar que la línea temporal de esta última entrega transcurre 20 años después de Alien y 37 años antes que Aliens.
El regreso de un clásico Recordemos que la primera entrega de Alien fue en el año de 1979 bajo la dirección del genio de Ridley Scott, quien en esta vuelta también estuvo detrás de la cinta –de cierta forma– y dio su luz verde para los detalles de esta nueva entrega.
Dirigida por el uruguayo Fede Álvarez, quien es un experto en las películas de terror –la última fue No respires– trajo a la pantalla a un Xenomorfo de miedo. Esta vuelta, el antagonista de la cinta regresó con todos sus rasgos característicos, esos que ponen los pelos de punta al espectador y sí que se logró porque con las apariciones sin aviso, los más de dos metros de esta alienígena se roba el aliento de todos.
Las cosas se comienzan a tornar un poco difíciles cuando Rain no logra conseguir su permiso de salida del planeta. Sus amigos le dicen que irán hasta una nave abandonada para conseguir combustible y huir a otro planeta mejor. Ahí, la aventura sin retorno inicia.
En este punto es donde inicia una especie de déjà vu. Los jóvenes, una especie de colonizadores espaciales, que buscan un futuro mejor llegan hasta una estación espacial abandonada. Lo que no sabían, es que en el interior de aquel montículo de “chatarra espacial” se toparían cara a cara con una de las formas de vida más espantosas y terroríficas de todo el universo, a los que despiertan involuntariamente.
¿La sobrevivencia del más fuerte? Las apariencias engañan siempre y los más fuertes en esta entrega, que no son considerados héroes, son los primeros en perecer en tan inhóspita locación.
La lucha por la supervivencia inicia. Rain y Andy –luego de sufrir una pequeña falla de misión en su sistema y vuelven a tener como prioridad la vida de Rain– luchan hombro a hombro contra el espacio y sus monstruos, viendo morir a sus amigos y llegando a su “mundo soñado”.
Fuente. UH