El club brasileño Fortaleza, que cumplió el 18 de octubre 105 años de fundación, espera escribir con las botas este sábado la mejor página de su historia con la conquista de la Copa Sudamericana a expensas de Liga de Quito, un rival que atesora 5 conquistas continentales, pero quiere más.
La formación ecuatoriana conquistó la Sudamericana en 2009 y se le escapó en otra final jugada en 2011. Además, fue campeón de la Copa Libertadores en 2008.
Fortaleza llega a la final de la vigésima segunda edición tras jugar doce partidos con un saldo de nueve victorias, un empate y dos derrotas.
En el camino dejó a rivales de la talla de Corinthians, Libertad y América Mineiro
El palco elegido para la final será el estadio Domingo Burgueño Miguel, situado en Punta del Este (Maldonado). Fue inaugurado en 1994 y un año después fue sede de la Copa América. Tiene capacidad para 30.152 esPectadores.
Fortaleza, contra todos los pronósticos
Los dirigidos por el argentino Juan Pablo Vojvoda Rizzo debutaron directamente en la fase de grupos de la Copa Sudamericana.
Compartió el grupo H con San Lorenzo, Palestino y Estudiantes de Merida, y tras seis partidos terminó como líder con 15 puntos de 18 posibles, ningún empate y una sola derrota.
En la fase de octavos de final se enfrentó con Libertad, al que ganó a domicilio por 0-1, y en la ida empató sobre el final 1-1.
En cuartos de final el equipo del estado nororiental de Ceará derrotó de visitante a América Minerio por 1-3 y en casa se impuso por 2-1, con goles de Guilherme y Marinho.
El conjunto dirigido por el entrenador argentino Juan Pablo Vojvoda se convirtió en el primero de la región del Nordeste, la más pobre de Brasil, que llega a las semifinales de la Sudamericana.
Con Corinthians los de Vojvoda ganaron empataron afuera 1-1 y en casa sellaron la clasificación con un 2-0 macizo en casa.
Liga de Quito quiere más en su octava final
Los Albos de la capital ecuatoriana, dirigidos por el argentino Luis Zubeldía llegan a su octava final internacional.
De ganar, sería el quinto título fuera de sus fronteras tras los obtenidos en la Copa Libertadores 2008, la Copa Sudamericana 2009 y las ediciones de 2009 y 2010 de la Recopa Sudamericana.
El equipo universitario tuvo que jugar la fase previa en la que goleó por 4-0 al también ecuatoriano Delfín.
Y fue emparejado en el Grupo A junto con Botafogo, Magallanes y Universidad César Vallejo. Terminó como líder 12 puntos de 18 posibles y en octavos de final se citó con Ñublense.
El partido de ida lo ganá por 0-1 en Chile. Parecía todo encarrilado, pero en la capital ecuatoriana cayó por 2-3 y solo se clasificó tras superar por 4-3 la serie de los doce pasos.
En los cuartos de final Liga se enfrentó con Sao Paulo. El 31 de agosto, con un hombre menos durante toda la segunda mitad por la expulsión de Alexander Alvarado, se atrincheró, resistió y ganó a los brasileños la tanda de penaltis por 4-5 tras haber quedad 1-0 en tiempo reglamentario. Ocho días antes el equipo ecuatoriano había ganado por 2-1.
Con Defensa y Justicia en semifinales el desafío fue más sencillo de lo esperado: En Quito golearon Por 3-0 y en Buenos Aires sacaron un 0-0 para sin muchos problemas.
Un equipo brasileño novato en finales internacionales, uno ecuatoriano curtido en este tipo de decisiones, dos entrenadores argentinos, una cancha uruguaya y la expectación de una región marcan el epílogo de la edición 22 del torneo.
Fuente. UH