
En noviembre, la humanidad podría enfrentar un contacto con tecnología alienígena. Así lo sugiere un estudio que alerta sobre el acercamiento del objeto 3I/ATLAS, descubierto el 1 de julio por astrónomos del Reino Unido y de la Universidad de Harvard.
Este cuerpo celeste se dirige al Sol a más de 210.000 kilómetros por hora, una velocidad inusualmente alta para un cometa. Mide unos 24 kilómetros de diámetro y por ahora se clasifica como una formación interestelar.
“Las consecuencias, si la hipótesis resulta ser correcta, podrían ser potencialmente devastadoras para la humanidad”, advirtieron los autores del informe.
El astrofísico Avi Loeb, uno de los investigadores, sostiene que podría tratarse de una nave espacial con capacidad ofensiva. Para Loeb, el comportamiento del objeto sugiere que intenta esquivar telescopios terrestres y acercarse sin ser detectado.
“Esto podría responder a una intención de evitar observaciones detalladas desde telescopios terrestres cuando el objeto es más brillante”, escribió Loeb en su blog personal.
Según el científico, este tipo de maniobras se alinea con la hipótesis del Bosque Oscuro, una teoría que sostiene que las civilizaciones avanzadas se ocultan para no ser aniquiladas por otras más agresivas.
“Un ataque es probable y posiblemente requeriría tomar medidas defensivas”, señaló el investigador. Sin embargo, también admite que su teoría podría no ser correcta.
A pesar del tono alarmante, Loeb aclara que la explicación más razonable sigue siendo natural. Cree que probablemente se trata de un cometa similar al Oumuamua, otro objeto interestelar detectado en 2017.
El estudio, no obstante, ha reavivado debates en la comunidad científica. Mientras algunos colegas desestiman la hipótesis alienígena, otros sostienen que es importante considerar todos los escenarios posibles ante lo desconocido.
El 3I/ATLAS continuará acercándose en las próximas semanas. Los equipos de observación esperan recopilar más datos antes de que alcance su punto más cercano al Sol.
Hasta entonces, la incertidumbre sobre su naturaleza mantiene en vilo a científicos y aficionados por igual. El espacio sigue guardando secretos que podrían cambiar la historia del planeta.
Fuente. lu17.com