Según datos oficiales, desde el 2004 fueron declaradas en quiebra 14 cooperativas. Solo el año pasado se cancelaron de manera administrativa 22 y la mayoría fue por problemas de financiamiento.

Los datos de la Sindicatura General de Quiebras señalan que, desde el 2004, fueron a juicio de quiebras 14 cooperativas, y en 2002 otras dos más, totalizando 16 las mutuales que debieron abrir expedientes para convocar a sus acreedores, dejando en evidencia serios problemas en la sostenibilidad del sistema cooperativo.
El listado comienza con la Cooperativa Nueva Burdeos Ldta., Cooperativa Multiactiva de los Trabajadores de la Empresa San Fernando SA (Línea 21) y la Cooperativa Multiactiva Virgen de la Candelaria.
Asimismo, la Multiactiva Consumo y Servicio del Personal 17 de Marzo, la de Funcionarios del Ministerio de Agricultura (Coopemag) y la Del Personal Policial 17 de Mayo; esta mutual tiene cinco juicios de quiebra.
También la Cooperativa Minga Guazú, la de Suboficiales de la Policía Nacional, la de Mariano Roque Alonso, la Cooperativa de Quiindy, de Gral. Artigas, de Yvapovo y la Cooperativa Chorrito.
Desde 2024, al menos 22 firmas fueron canceladas del registro oficial del Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop), lo que implica la pérdida de su personería jurídica y, con ello, la imposibilidad de volver a operar.
Según los registros disponibles en la web de Incoop, los datos históricos abarcan únicamente desde 2010 hasta 2012, con un total de 164 cooperativas canceladas en ese periodo. No obstante, no se cuenta con información pública sobre lo ocurrido entre 2023 y 2024, pese al aumento reciente de casos.
Si bien las cancelaciones pueden responder a distintos factores, el propio titular del Incoop, Carlos Romero, reconoció que muchas veces el origen está en problemas financieros. “Una parte sustancial se da por su falta de liquidez, lo que tiene que ver con el manejo y las limitaciones en el control”, expresó a Última Hora.
Romero explicó que “realmente, como todo tipo de entidades, se crean y desaparecen. Algunas, digamos que desde su nacimiento hasta su cierre, no logran consolidarse y la siguiente etapa es la liquidación. Otras, porque han cumplido el proceso para la finalidad que ellos querían, que son liquidaciones voluntarias. Y están aquellas que, debido al sector, por absorción, buscan potenciar una mutual; digamos, es el proceso que se viene haciendo”.
TASAS FUERA DE CONTROL. Romero también alertó sobre el deterioro administrativo en muchas entidades: “La tendencia en estos últimos años ha sido, sobre todo, en el manejo administrativo: mayores gastos, menores ingresos. Por eso, es importante el autocontrol, en el sentido de que internamente (debe existir). Nunca una entidad ni cualquier sociedad, cooperativa o no, puede gastar más de lo que ingresa”.
El caso de Poravoty fue utilizado como ejemplo para evidenciar fallas más estructurales. “Nos preocupa que las tasas pagadas por algunas entidades están fuera del ámbito y no son tasas reguladas. Se regula hoy el tope de crédito por ley, pero no está regulado el tope de pago de intereses. Y la gente, por ganar intereses, no mira la situación”.
Sobre esto, advirtió: “A mayor tasa, mayor riesgo. Es como una timba financiera, y mucha gente, como Poravoty, entró en esa timba. Reclama sus cosas, sabiendo bien que la tasa estaba entre 6% y 8%, y ahí le pagaban 23%. Y eso es lo que estamos viendo y nos preocupa”.
Fuente. UH