Cuando el animal se extravió, su dueña lo buscó durante casi ocho meses, pero finalmente perdió la esperanza.
Stephanie Barstow, una mujer de 35 años de Corby (Inglaterra), encontró recientemente a su gato Duke, que desapareció en enero de 2017. Fue el veterinario de su mascota quien la visitó para avisarle que habían encontrado a Duke en una fábrica cercana, a tan solo unos 300 metros de su vivienda.
«El veterinario reconoció a Duke por sus marcas faciales distintivas y sus patas blancas y recordó que lo estaba buscando», comentó Barstow.
Cuando el gato desapareció, su dueña lo buscó durante casi ocho meses, pero finalmente perdió la esperanza.
Acabábamos de tener un bebé, así que hubo muchos cambios y, hasta donde yo sé, a los gatos no les gustan mucho los cambios», explicó la mujer, ahora madre de dos hijos, al recordar el momento en el que Duke se extravió.
Según el reporte, el gato vivió en la fábrica parte del año pasado donde era cuidado por los trabajadores. Sin embargo, nadie sabe dónde estaba antes.
Así, hace poco, los empleados de la planta consideraron que no era un lugar seguro para un animal y lo enviaron con el veterinario.
Curiosamente, Barstow decidió dejar a Duke con otra familia que, a su parecer, es «perfecta» para él, pues cuentan con un espacio tranquilo y abierto.
«Me sentí muy culpable por lo que le pasó», dijo la mujer como parte de la razón por la que no quería traer a la mascota de regreso a su casa. Entre otros motivos de su decisión se detalla la ampliación de su familia y el riesgo de que el gato vuelva a escaparse a la fábrica.
Fuente. actualidad.rt.com