El Ministerio de Exteriores ucraniano acusó este jueves al ejército ruso de haber deportado a por lo menos 6.000 residentes de la ciudad asediada de Mariúpol (sur), cuya orilla izquierda está bajo control de las fuerzas rusas.
“15.000 vecinos están en grave peligro en el distrito de la orilla izquierda”, indicó el Ministerio según un comunicado en el que acusó a los “ocupantes” de confiscar los documentos de identidad de los residentes y de trasladarles de forma forzosa a territorio ruso.
«Según las informaciones disponibles, el ejército ruso ha deportado a unos 6.000 residentes de Mariúpol a campos de filtración en Rusia para usarlos como rehenes y ejercer presión política sobre Ucrania,» agregó.
El Ministerio acusó además a las fuerzas de rusas de abrir fuego contra las columnas en las que los civiles tratan de abandonar la ciudad y de mantener retenido desde hace varios días un convoy de autobuses llegado de Zaporiyia (sur) para evacuar a ciudadanos de Mariúpol.
El comunicado señaló que estas acciones son una violación del derecho internacional, en particular de la Convención de Ginebra de 1949, e instó a los líderes reunidos hoy en Bruselas en las cumbres de la OTAN y de la Unión Europea (UE) a actuar con urgencia para «salvar vidas».
La comunidad internacional debe imponer más sanciones «duras» contra Moscú para detener su «letal maquinaria militar» y romper todos los lazos comerciales con empresas rusas, demandó.
El pasado lunes la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, anunció la apertura de una investigación sobre dichos traslados forzosos, que calificó de posible crimen de guerra.
El Consejo Municipal de Mariúpol había denunciado que en su mayoría mujeres y niños habían sido transportados por la fuerza a territorio ruso u ocupado por Moscú con la excusa de la evacuación.
Algunos “han sido transferidos a ciudades distantes de Rusia, mientras que el destino de otros es desconocido,” informó.
Fuente. Abc Color